Aceite de oliva procedente de los olivares del corazón de Ourense y Lugo. Aunque muchas personas lo desconocen, Galicia ha sido una región de la península ibérica donde tradicionalmente se ha cultivado el olivo. De hecho, hay documentos del s. XV que, por ejemplo, ya dan fe de la producción de aceite de oliva en el Val de Quiroga. El aumento de la población durante el s. XIX limitó la producción de aceite de oliva al autoconsumo en los hogares, mientras que la emigración del s. XX condenó a la mayor parte de las tierras de cultivo al abandano y, por ende, a la de aceite de oliva. Ya a finales del s.XX comienzan las primeras iniciativas de recuperación de los olivos centenarios que aún quedaban en pie en las aldeas gallegas.
