GARAGE Parka 33 cl.
PARKA Una porter de estilo inglés de Garage Beer Co . El objetivo era conseguir una maltosidad profunda y rica con niveles moderados de tostado...
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La botella y la lata son los dos formatos fundamentales en los que se envasa y comercializa la cerveza artesana para el consumidor final. La botella ha sido el formato más tradicional y el empleado para todo tipo de estilos, aunque hoy en día las fábricas de cerveza artesana lo están empleando con mayor asiduidad para su gama permanente (core range), cervezas reacondicionadas en botella, de guarda, cervezas con crianza en barrica y de fermentación espontánea. Los tamaños de las botellas varían desde las más pequeñas de 25 cl. hasta las grandes de 75 cl., pasando por las más comunes de 33 cl., las de 35,5 cl. (habituales en EE.UU.), 37,5 cl., 50 cl. y 66 cl.
Por su parte, la lata es un formato que ha ido ganando en popularidad en los últimos años gracias a su menor coste, menor impacto medioambiental y mejores aptitudes para la conservación de la cerveza, sobre todo en el caso de los estilos más lupulados: su total opacidad impide el paso de la luz, uno de los mayores enemigos de las Pale Ales, IPAs, New England, etc. Los tamaños de las latas varían desde los 33 cl. hasta los 50 cl., pasando por el muy utilizado de 44 cl. y el de 47,3 cl. (EE.UU.). La cerveza en lata se ha asociado durante mucho tiempo a producto barato, de mala calidad y casi en constante promoción dentro de los lineales del supermercado. Sin embargo, sus beneficios para la cerveza son claros y cada vez se hace más común en la oferta de los fabricantes, distribuidores y tiendas.